La La agrupación de fieles del Silencio en el Desprecio de Herodes presentó el pasado domingo la nueva Imagen de Nuestra Señora de las Angustias, que se suma a la talla del Cristo del Silencio como imágenes titulares de esta agrupación. Un acto interno para los fieles de esta corporación, que se acercaron hasta su local en la barriada de Elcano para contemplar de primera mano el resultado final del trabajo realizado por el imaginero sevillano, Mario Zambrano Pareja.
Zambrano Pareja ha invertido en la ejecución de esta nueva talla cuatro meses de su trabajo. La Virgen se ha realizado en madera de cedro real con encarnaduras al óleo y muestra rasgos típicos del barroco sevillano. Su rostro de Virgen niña y dulce cuenta con cinco lágrimas en vidrio y pestañas de pelo natural, que está causando buena impresión entre los que se acercaron el pasado domingo a contemplarla.
Reacción de la parroquia del Amparo
El párroco, Manuel Orta, ha declarado que este acto se ha realizado totalmente "al margen" de la Iglesia. Asegura que “no existe ninguna asociación de fieles con este nombre, ni canónica ni civilmente erigida”. El párroco asegura que se han mantenido contactos con esta entidad en los que “se les ha dejado claro que, según las normas diocesanas para hermandades y cofradías, el tener imágenes propias, o actuar corporativamente, como ha sido este caso, sin previo reconocimiento de la iglesia, es un impedimento para poder siquiera aspirar a ser una asociación parroquial”.
Por ello, para el párroco debe quedar claro a la opinión pública, y especialmente al mundo cofrade nazareno, que “este grupo de personas actúa clara y decididamente no solo al margen, sino en contra de la autoridad de la iglesia, y no deben albergar esperanzas de que esta iniciativa de constituir una hermandad llegue a buen puerto”.
En el comunicado y para evitar confusiones, se menciona que en la parroquia está constituida una asociación parroquial que lleva por nombre Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de las Angustias y San Antonio de Padua, “totalmente ajena a la presentación de esta imagen”; concluye.
