Los que creyeron que 2004, cuando además de un Santo Entierro grande, cinco palios salieron a la calle de manera extraordinaria amen de la Patrona por el centenario de su coronación, iba a ser irrepetible, se van a encontrar seis años después, en este 2010 con una nueva apoteosis de pasos en la calle fuera de tiempo. No ha sido una conjunción de planetas, ni algo previamente calculado para impresionar al nuevo Arzobispo.
La coincidencia casual de procesiones conmemorativas se antoja como marchamo del año recién estrenado rebosante de cultos y salidas extraordinarias que serán al mismo tiempo concurridas y criticadas. Vamos a hacer memoria: En Cuaresma, la O sacará en viacrucis al Nazareno por el 420 aniversario de su hechura; en mayo la Virgen del Buen Fin celebrará sus 200 cumpleaños, en junio La Estrella conmemora cuatro siglos y medio, en septiembre se corona la Virgen de Regla de los Panaderos y en octubre el palio de Montesión sale a la calle para celebrar 450 años de su cofradía que ya se ha conmemorado en 2009 con la procesión de otro paso. A todo esto hay que añadir que el Baratillo comienza en enero a desarrollar los actos del cincuentenario de aquella coronación de la Virgen de la Caridad que ahora tiene rango canónico y que a finales de 2010 las Siete Palabras inicia el programa jubilar del medio milenio de la corporación que se cumple el año que viene.
Por si fuera escaso todo el programa, si el Ayuntamiento concediera la Medalla de la Ciudad a la Esperanza de Triana, en el gobierno de la cofradía de la calle Pureza existen intenciones de llevar la Virgen a la Plaza Nueva para la imposición también en procesión extraordinaria solo un año después de la salida conmemorativa de 2009.
Texto: Pasión en Sevilla
